Hechizo para defendernos del daño en el amor y recuperar a su pareja
octubre 2, 2015 | Hechizos caserosHechizo para defendernos del daño en el amor y recuperar a su pareja
El siguiente hechizo para defendernos del daño en el amor es para las personas que sufren ataques de brujería.
Estos ataques de brujería son la intensión de romper su relación de pareja.
Ten en cuenta que así como existen personas que buscan el amor.
Así como la paz y buena suerte, existen también los malos.
Sí, aquellos que se muerden los puños cuando te ven triunfar.
Y se les colorea el rostro cuando descubren que estás un paso adelante.
Y no piensan en competir, sino en sabotear.
La magia blanca busca la unión de las personas, armonía y buenas vibraciones para el futuro.
Pero no podemos negar la existencia de la magia negra.
La rama oscura que se empeña en doblegar la voluntad de las personas.
Y olvida la búsqueda de la felicidad, convirtiendo su objetivo en venganza.
Asimismo, para protegernos ante tan terribles intenciones.
Nada ilustrará mejor el concepto que queremos compartirles que la historia de San Cipriano.
Tan pocas fuentes la apoyan que algunos la consideran una leyenda.
Sin embargo, nos inspira a continuar sin miedo.
San Cipriano era antes de santo, un gran mago
Y hechicero conocido en todo el territorio donde vivía.
Cierto día se le presenta un joven solicitando su ayuda.
Estaba enamorado de la bella Justina y ésta, por estar consagrada a Dios, había rechazado su petición de matrimonio.
El joven pedía al hechicero Cipriano algún encantamiento.
O sortilegio que lograra convencer a Justina.
Y el mago aceptó el trabajo.
Durante muchos días el hechicero probó de todo.
Utilizó hasta el último de sus conocimientos.
Y ni uno de sus intentos movió uno solo de los cabellos de Justina.
Cipriano, confundido, conjuró al mismo diablo y le increpó su falta de fuerzas.
¿Donde estaba todo su poder, y porqué una simple muchacha burlaba sus más fuertes encantamientos?
A lo que el diablo contesto: ¡Dios la proteje!
Desde la resurrección he sido vencido y no puedo hacer nada contra el escudo de Dios.
Desde entonces, Cipriano dejó la hechicería y tomó los hábitos.
Cubriendo sus vestiduras con la cruz que Justina llevaba siempre consigo.
Y la había protegido de la magia oscura.
Ambos fueron martirizados por la causa cristiana.
Queda entonces dicho que la mejor protección para el mal es creer en Dios.
Pero no solo creer, pues el diablo también cree.
Y no deja de ser diablo, conocerás el poder de Dios cuando decidas entregarle tu corazón.